WASHINGTON (AP) — Huesos de hace dos millones de años hallado en Sudáfrica de una criatura con características simiescas y humanas podría pertenecer a la forma en transición que antecedió a los seres humanos modernos.
Un análisis de los huesos sugiere que el Australopithecus sediba es el principal candidato a ser el antepasado de los humanos, afirmó el investigador principal Lee Berger, de la Universidad de Witwatersrand en Sudáfrica.
Los fósiles, de un niño varón y una mujer, muestran una novedosa combinación de rasgos, como si la naturaleza hubiera estado experimentando. Algunos de ellos sugieren que se trata de criaturas prehumanas, y otros, del género Homo, que incluye al Homo sapiens, el ser humano moderno.... Mas
TEILHARD DE CHARDIN. Sostiene que entre materia, vida e inteligencia, no hay ruptura, sino continuidad. Una concepción de la evolución de los organismos, desde la materia inerte hasta el Espíritu puro.
ResponderEliminarSu concepto de la evolución va más allá del puramente biológico darwinista. Evolución es, para él, cualquier cambio o transformación de algo; la evolución sigue distintos niveles progresivamente más complejos. TEILHARD concibe el proceso de formación del Cosmos -su COSMOGÉNESIS- como un proceso dinámico y evolutivo siempre en movimiento ascendente. Dentro de esta COSMOGÉNESIS se desarrolla la biogénesis (nacimiento de la vida en el seno del universo material inanimado) que, a su vez, es seguida por la ANTROPOGÉNESIS (aparición de la especie humana, a través de la línea ascendente de la evolución de los seres vivientes); pero el proceso no se detiene ahí. Su COSMOGÉNESIS no termina en la aparición del MONO ANTROPOIDE, sino en la inclusión de éste en lo que denomina “noosfera” (del término griego NOUS, pensamiento), que es el terreno de la vida consciente propia del hombre. La diferencia entre el mono antropoide y el hombre, para TEILHARD, no es otra que el desarrollo de una serie de habilidades, unida a la toma conciencia de sí mismo.
El estadio final de la evolución del cosmos se encuentra en lo que TEILHARD llama el “Punto Omega”, en alusión a la última letra del alfabeto griego y a la frase bíblica en donde Dios dice “Yo soy el Alfa y el Omega, el principio y el fin”. La marcha hacia Dios es el fin último del proceso evolutivo y la razón de ser del Cosmos. La evolución de los distintos organismos vivos converge en Dios. La humanidad es hija de Dios, derivada de EL, vuelve a EL; de ahí que la teología de TEILHARD identifique humanidad con Cristo.
En su proceso de perfeccionamiento, la Humanidad irá aboliendo las barreras personales entre unos y otros seres; es lo que TEILHARD llama el “proceso de socialización” (tendencia de la humanidad a constituir una comunidad humana cada vez más organizada y unificada). De la misma forma que el mono antropoide evolucionado, un día llegó a tener conciencia de sí mismo, la humanidad del futuro, siguiendo este proceso de ascensión y convergencia, acabará teniendo una conciencia colectiva y unitaria. Y esta conciencia le otorgará la naturaleza de Cristo. La “CRISTOGÉNESIS” de TEILHARD implica que la humanidad del futuro es el “Cristo Cósmico” o “Cristo Universal” : Cristo encarnado en una humanidad que, teniendo conciencia de sí misma, y siguiendo la lógica evolutiva -siempre en busca de estadios más avanzados y perfeccionados de desarrollo- termina identificándose con Dios.
En ese momento se habrá llegado al “Punto Omega”, límite máximo y punto de convergencia de toda la Evolución.
DIJO TEILHARD DE CHARDIN (1881-1955)...
"La Tierra es redonda para que la amistad la rodee".
“Una colectividad armonizada de conciencias, equivalente a una especie de SUPER-CONCIENCIA. La Tierra no sólo cubriéndose de granas de pensamientos por miríadas, sino en-volviéndose de una envoltura pensante, hasta no formar funcionalmente sino sólo un vasto Grano de Pensamiento, de escala sideral".