Las células nerviosas dañadas en enfermedades como la esclerosis múltiple (EM), “hablan” con las células madre del mismo modo que se comunican con otras células nerviosas, pidiendo “primeros auxilios”, de acuerdo con una nueva investigación de la Universidad de Cambridge.
El estudio, publicado en la revista Nature Communications, puede tener implicaciones relevantes para el desarrollo de futuros medicamentos para desórdenes que afectan a las vainas de mielina, el aislante que protege nuestras células nerviosas.
Para que funcionen nuestro sistema nervioso central y encéfalo, las señales eléctricas deben viajar rápidamente a lo largo de las fibras nerviosas. Esto se logra aislando las fibras nerviosas con una sustancia lipídica conocida como mielina. En enfermedades como la EM, se pierde o se daña la vaina de mielina alrededor de las fibras nerviosas, provocando una discapacidad física y mental.
Las células madre – las células maestras del cuerpo, que pueden desarrollarse para formar casi cualquier tipo de célula – pueden actuar como “botiquín de primeros auxilios”, reparando daños en el cuerpo. En nuestro sistema nervioso, estas células madre son capaces de producir nueva mielina la cual, en el caso de la EM, por ejemplo, puede ayudar a recuperar la función perdida. Sin embargo, la reparación de la mielina falla a menudo, llevando a una discapacidad prolongada. Para comprender por qué falla esta reparación en la enfermedad, y para diseñar nuevas formas de promover la reparación de la mielina, los investigadores del Wellcome Trust-Medical Research Council Stem Cell Institute, en la Universidad de Cambridge, estudiaron cómo funciona este proceso de reparación.
Cuando las fibras nerviosas pierden mielina, se mantienen activas, pero conducen las señales a una velocidad mucho menor que las fibras sanas. Usando técnicas para registrar señales eléctricas, un equipo de investigadores dirigidos por la Dra. Thora Karadottir descubrió que las fibras nerviosas dañadas forman conexiones con las células madre. Estas conexiones son más mismas que conectan las sinapsis entre distintas fibras nerviosas. Estas nuevas conexiones sinápticas permiten que las fibras dañadas se comuniquen directamente con las células madre, liberando glutamato, un compuesto químico al que son sensibles las células madre a través de receptores específicos. Esta comunicación es crítica para redirigir a las células madre de forma que produzcan nueva mielina – cuando los investigadores inhibieron la actividad en las fibras nerviosas, su capacidad para comunicarse, o la capacidad de las células madre para detectar la comunicación, el proceso de reparación fallaba.
“Ésta es la primera vez que hemos logrado demostrar que las fibras nerviosas dañadas se comunican con las células madre usando conexiones sinápticas – las mismas conexiones que usan para “hablar” con otras células nerviosas”, explica la Dra. Karadottir. “Armados con este nuevo conocimiento, podemos empezar a buscar formas de mejorar esta comunicación para promover la reparación de mielina durante la enfermedad”.
La Dra. Helene Gautier del Departamento de Fisiología, Desarrollo y Neurociencia, añade: “Por el momento, la mayoría de las tratamientos disponibles sólo hacen que el daño sea más lento. Nuestra investigación abre la posibilidad de mejorar la reparación y, potencialmente, tratar las formas más devastadoras de EM y enfermedades desmielinizantes”.
Referencias
Gautier, HOB et al. Neuronal activity regulates remyelination via glutamate signalling to oligodendrocyte progenitors. Nature Communications; 6 Oct 2015
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