Efe | Pekín
El Gobierno de China ha
confirmado que en menos de cinco años llevará por primera vez un vehículo no
tripulado a la superficie de la Luna, un primer paso para que más adelante sus
astronautas pisen el satélite y el país siga los pasos de EEUU y la URSS en el
camino para ser la nueva superpotencia espacial.
Lanzamiento de un
cohete espacial chino
desde el desierto de
Gobi. | AFP
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Así, se señala que el
programa lunar (una de las ramas más importantes de la investigación espacial
china, junto a los vuelos tripulados y los proyectos para una estación
permanente en el cosmos) se centrará en desarrollar con éxito una tecnología de "alunizaje
suave" que más tarde permita llevar a astronautas.
China ya ha conseguido
que dos de sus satélites ('Chang E' I y II) alcancen la órbita lunar, en 2007 y
2010, aunque estas sondas simplemente sirvieron para recoger información
fotográfica del satélite y estaban programadas para estrellarse
violentamente después.
Las sondas han cumplido
la primera etapa del programa, destaca el documento, detallando que en el
lustro que se inicia se pondrá en marcha la segunda fase (el mencionado
alunizaje suave y paseos no tripulados por la Luna) para que la tercera
incluya recogida de material lunar y retorno a la Tierra de los vehículos.
Futura mision tripulada
No hay fecha fija para
la llegada al satélite terrestre de los primeros 'taikonautas' (apodo con el
que frecuentemente se alude a los astronautas chinos, ya que espacio en
mandarín es 'taikong'), aunque teniendo en cuenta que China parece dividir este
programa en fases de cinco años, podría producirse este hecho histórico entre
2020 y 2025, medio siglo después que EEUU, primera en lograrlo.
La exploración lunar es
quizá la parte más llamativa de los futuros planes espaciales de China, pero no
la única: el Libro Blanco señala que el país también continuará programas de exploración
de planetas y asteroides, del Sol, y de los agujeros negros, entre otros
cuerpos celestiales.
También conducirá
experimentos sobre microgravedad, vida en el espacio, y promoverá la
cooperación internacional en el estudio del cosmos, señaló, recordando que ya
ha colaborado en este sentido con países como Rusia o Australia.
Al mismo tiempo, China,
que esta semana también ha iniciado el funcionamiento de 'Brújula',
su sistema de posicionamiento alternativo al GPS estadounidense, aseguró que en
los próximos cinco años aumentará el control de la "basura espacial"
y los sistemas de alerta cuando esa chatarra cae en la superficie terrestre.
Recelos de EEUU
El Consejo de Estado
insiste en el documento que la exploración espacial "es una importante
parte de la estrategia general de desarrollo de la nación" para el lustro
2011-15, en el que China busca seguir ascendiendo en su camino a ser un país
desarrollado, con la innovación tecnológica como prioridad.
Esta carrera, no
obstante, preocupa, como en su día ocurrió con la soviética, a la principal
potencia espacial actual, EEUU, donde algunos políticos, oficiales del ejército
y medios de comunicación ven con recelo el carácter totalmente militar del
programa espacial chino y consideran que puede tener tintes
"hegemónicos".
El portavoz del
Ministerio de Asuntos Exteriores del país asiático Hong Lei quiso hoy responder
a esos temores, asegurando en conferencia de prensa que China "siempre
subraya que su objetivo es hacer un uso pacífico del espacio, y busca
cooperar internacionalmente en este campo".
China lanzó su primer
astronauta al espacio en 2003 y desde entonces ha logrado otros hitos, como el
primer 'paseo' de uno de sus cosmonautas fuera de la nave (2008) o el primer
acoplamiento de dos vehículos (el mes pasado), paso clave para su futura
estación espacial permanente.
Según los expertos,
China aún se encuentra en una fase muy preliminar en lo que a
tecnologías espaciales se refiere, comparable a la que EEUU y la Unión
Soviética tenían en los años 60, pero avanza de forma más rápida de lo que lo
hicieron en su día las dos superpotencias de la Guerra Fría en su carrera
espacial