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sábado, 29 de mayo de 2010

Una nueva revolución digital (de dedo)


No pasarán 10 años y todos llevaremos una pantalla plana, táctil y con acceso a Internet en el bolsillo, bolso o cartera. Incluso varias, de diferentes tamaños y grosores. Nuestro dispositivo preferido no será un móvil, sino algo más parecido a una 'tablet'. Hablaremos menos por teléfono y más a través de mensajes cortos, o al menos lo harán las nuevas generaciones. Quizás incluso bastará con pensarlo para transmitirlo.
elmundo.es28 May 2010

Ya no es ciencia ficción. O casi.
Muchos se convertirán en auténticos yonkis de la tecnología que necesitarán estar conectados y se sentirán perdidos cuando no puedan acceder a la Red. Otros reaccionarán para liberarse de esta nueva necesidad.
Dentro de 10 años ninguna página web será como la conocemos ahora. Ni las revistas ni los periódicos ni los libros. Todo será táctil. El dedo, el ratón perfecto, será el que nos guiará por el entretenimiento y la información. Los gestos lo dominarán todo.
¿Como en Minority Report? Se parecerá mucho. Muchísimo.
Porque puede que desaparezca la App Store. Puede que Apple quiebre o que el iPad sea un fracaso. Pero esta nueva revolución digital -de dedo, claro- ya es imparable.
El ratón pasará a la historia como un mal necesario que permitió conectar de forma deficiente al hombre con los ordenadores. Una barrera que sirvió de solución temporal. Acariciaremos a las máquinas, y eso lo cambia todo.
No es difícil imaginarse cómo se veían los primeros coches a principios del siglo pasado. O los primeros aviones. Pocos podían subir en ellos y no digamos ya pilotarlos. Dos inventos fundamentales para la modernidad que tardaron décadas en ser lo que son hoy. Los ordenadores comenzaron a popularizarse hace menos de 20 años y su aceptación ha sido mucho más rápida. Ahora ha llegado el momento de que se conviertan en un invento de masas.
Gracias a esta nueva revolución digital.
Recuerdo la primera vez que vi a alguien nacido antes de los años 60 enfrentarse a un ordenador. No era miedo, sino asombro y descontrol.¿Un iconito moviéndose por una pantalla en función de la velocidad y la dirección con la que se mueve un dispositivo que está a un metro de él y sin ninguna conexión aparente? Dicho así, suena raro. Quizás un extraterrestre no lo comprendería. Una complicación excesiva debido a una limitación tecnológica.
También recuerdo la primera vez que vi a alguien nacido en la misma época enfrentarse con el dedo a un iPod Touch... sin ningún problema de uso, asombrado por la facilidad y con todo bajo control. Así tendría que haber sido desde el principio.
Durante los próximos diez años, vayan despidiéndose de los botones en los mandos a distancia, las teles, los vídeos, las lavadoras... y de los ratones. Tienen sus días contados. Tampoco esperen un dispositivo para controlarlos a todos... ni siquiera en una década sería posible poner de acuerdo a todos los fabricantes de todos los dispositivos para que llegasen a algún tipo de acuerdo, estándar o que liberasen el código que hace que sus productos funcionen.
Lo que sí -al fin- nos espera en los próximos años es que todo esté conectado a Internet, que todo pueda manejarse con el dedo y que los dispositivos móviles y táctiles se conviertan en un medio de masas al nivel de la televisión.
Y dentro de diez años, aunque a muchos no les guste, habrá que darle las gracias a Steve Jobs por el iPhone y el iPad, los dos inventos que revolucionaron la informática y permitieron que Internet y los ordenadores fuesen fáciles para todos y llegasen a todo el mundo. ¿O acaso alguien podía imaginarse, hace cinco años, que Movistar fuese a permitir conectarse a la Red en varios dispositivos con la misma tarifa... y encima facilitase las tarjetas para hacerlo?

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