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lunes, 18 de enero de 2010

Un paso más cerca del páncreas artificial


NUEVA BOMBA DE INSULINA
  • La máquina deja de inyectar insulina automáticamente si los niveles de azúcar bajan
  • Este dispositivo inteligente podrían beneficiar a 25.000 pacientes en España
Componentes de la bomba Veo. (Foto: Medtronic)
Componentes de la bomba Veo. (Foto: Medtronic)
elmundo.es lunes 18/01/2010 
MARÍA SAINZ
MADRID.- Su principal característica es su inteligencia. La nueva bomba de insulina comercializada por Medtronic reinventa esta tecnología para acercarla un poco más al 'ansiado' páncreas artificial. Controla las hipoglucemias nocturnas, aporta distintas señales de alarma y puede ser programada al detalle, en función de las características de cada persona con diabetes tipo I.
"Destaca por su capacidad de medición, gracias a su sensor, y por las alertas, lo que aporta una mayor fiabilidad. Por fuera es más o menos igual, del mismo tamaño que la anterior pero está muy mejorada", explica Ángel Cabrera, presidente de la Federación de Diabéticos Españoles (FEDE). Él mismo, diagnosticado cuando tenía 43 años, lleva algunos meses probando la nueva herramienta.
Como apuntan sus fabricantes, 'Paradigm Veo' es la primera bomba "capaz de suspender la administración de insulina automáticamente para proteger al paciente contra los episodios hipoglucémicos potencialmente peligrosos". De hecho, según sostienen desde la multinacional, "cerca del 33% de las muertes relacionadas con la diabetes son resultado de complicaciones agudas" (como la citada bajada de azúcar).
El sistema se compone de una bomba y de un dispositivo de medición continua. Ofrece, por tanto,gráficas visuales con los niveles de glucosa en sangre y la oportunidad de inyectar insulina de forma semi automática. No sólo detecta y alerta de las disminuciones de azúcar sino también de las subidas.
Tras programarlo con los valores adecuados y elegidos por cada paciente, si los niveles son muy altos propondrá una inyección de insulina. Y si son bajos puede apagarse durante un tiempo determinado, adelantándose a una posible hipoglucemia.
"Hasta el momento, por la noche sólo te dabas cuenta de las bajadas de azúcar cuando te despertabas sudando y con frío. Ahora, permite predecir su aparición y puedes programarlo para que se apague cuando se pasen determinadas cifras", apunta el presidente de FEDE.
El aparato, como él mismo reconoce, es de especial utilidad en el caso de los niños. "Ellos no se dan cuenta de que están sufriendo una hipoglucemia y, por eso, los padres tienen que levantarse varias veces en la noche para controlar sus niveles de azúcar. Con el nuevo dispositivo, les basta con controlar las gráficas que aparecen en la pantalla y si están bien no tienen ni que despertar al hijo".

Bien controlada por el paciente

Aunque la autonomía de estos aparatos cada día es mayor, todavía cuentan con una parte importante en la que tiene que intervenir el paciente. Por ejemplo, aunque se mida de manera regular el contenido de azúcar, es necesario que el enfermo se pinche el dedo dos o tres veces para ajustar esa medición con la que ofrece la ayuda electrónica. De esta forma, se van corrigiendo posibles fallos y los datos cada vez son más exactos.
La batería de esta bomba suele durar unos dos meses -funciona con una pila-; es necesario cambiar el catéter, que va conectado a la piel, cada tres días; e ir recargando los cartuchos de insulina. Precisamente, parece que son todos estos accesorios, más que el propio dispositivo (que cuesta unos 3.000 euros), los que más encarecen la herramienta.
"No todos los diabéticos tienen acceso a las bombas ya que el sistema público sólo los cubre en determinados casos, como la diabetes gestacional [...] En España, unas 6.000 personas la llevan instalada pero hay unos 25.000 candidatos que también podrían verse beneficiados", recalca Cabrera.

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