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sábado, 8 de agosto de 2009

Internet sabe dónde


BÚSQUEDAS | Localizar a personas

  • Las redes sociales toman el relevo del mítico programa '¿Quién sabe dónde?
  • Neus ha logrado localizar a primos y tíos que no sabía que existían
  • Muchos los inmigrantes recurren a la Red para recomponer el mapa familiar

Para buscar a una persona querida a la que un día se perdió la pista o descubrir quién es tu padre biológico, internet y las redes sociales han ganado la partida a la pequeña pantalla y al popular programa de los noventa '¿Quién sabe dónde?'.

El abuelo de Neus emigró de joven desde Breda a Barcelona y sus descendientes españoles perdieron el vínculo con su familia holandesa. El desencuentro pervivió durante años, hasta que el pasado enero su nietabuscó su apellido en la red social Facebook y aparecieron 135 coincidencias.

"Es ahí donde empezó todo", explica Neus, que logró a través de la Red "llenar un vacío, el de las raíces familiares en Holanda, que había tenido siempre". Lo que ignoraba Neus es que "su familia estaba por medio mundo" y que muy cerca de casa, en Madrid y Valencia, tenía primos y tíos "de los que jamás había oído hablar".

Su árbol genealógico también continuaba a miles de kilómetros. En Canadá, esta joven barcelonesa encontró una prima hermana a la que su madre llevaba más de treinta años sin ver y de la que Neus ni siquiera sabía de su existencia y a un amigo de juventud de su abuelo.

Desde estos hallazgos, la red continúa siendo el lugar de encuentro, a la espera de una cita física "impedida de momento por temas laborales". "Al conocer a mi prima, nos pasamos las primeras semanas chateando muchas horas cada día", añade. "Por Facebook nos enseñamos las fotografías de la familia, tanto las antiguas como las más reciente", pero el encuentro real es lo que más desea Neus.

Quién sabe dónde

En los noventa, el programa de televisión '¿Quién sabe dónde?', presentado por el periodista Paco Lobatón, encandiló a los españoles y llegó a congregar ante la pantalla a más de 9 millones de espectadores, rastreando la huella de desaparecidos y propiciando el encuentro entre familiares que jamás se habían conocido.

La repercusión de aquel fenómeno fue tal que se popularizaron frases como "que lo busque Lobatón" o "no lo encuentra ni Lobatón", pero hoy, una década después las redes sociales y varias páginas web han tomado el relevo.

En el sitio www.quiensabedonde.es, que recuerda el título de aquel mítico espacio televisivo, miles de internautas dejan sus mensajes. Buscan a personas de las que a menudo apenas conocen ningún dato, más allá de la certeza de que existen en algún lugar indeterminado.

"No conozco a mis padres biológicos. Por lo menos me gustaría saber algo de mis raíces" escribe Cristina, una joven aragonesa de 23 años, que nació sietemesina y que solo sabe que fue recogida a los cinco días de haber nacido.

José, de 83 años, busca alguna pista que le lleve a sus hermanastros pequeños, de los que perdió cualquier contacto cuando dejó Almería para trabajar en Girona. "Desde 1952 no sé nada de ellos, eran más pequeños que yo y creo que al morir mi madre fueron llevados a un hospicio", cuenta José.

Herramienta para inmigrantes

La de Javier, un colombiano que usa habitualmente esta página web, es una historia de éxito, pues ha conseguido contactar con un amigo que actualmente reside en Madrid.

"El buscador es muy útil, ya que existen personas que han estado en tu misma situación, han tenido buenos resultados y ahora se dedican a ayudar a quienes lo necesitan", reconoce.

Como Javier son muchos los inmigrantes que recurren a la red para recomponer el mapa familiar. En Buenos Aires, Edith ha creado un grupo en Facebook porque Antonio, su abuelo, emigró a Argentina durante la Guerra Civil y se interrumpió la conexión con los familiares españoles.

Elida, asentada en EEUU y cuyos abuelos canarios emigraron a Cuba, intenta reparar un difícil puzzle genealógico compuesto de idas y venidas.

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